miércoles, 8 de septiembre de 2010

Muerta la reina, viva la reina!

Después de haber dado muchas vueltas y haber recibido varios insultos, decidí ponerme las pilas y sentarme a escribir para el blog. En un primer momento no sabía sobre qué tema podía hablar, además me di cuenta que las chicas UPA! saben sobre un montón de cosas y cuesta encontrar algo importante en lo que no sepan nada de nada, así que después de mediatarlo mucho me propuse redactar sobre una de las cosas que más me gusta en la vida y en las que ellas no tienen muuucha idea que digamos: la música (aunque  debo reconocer que hago esto para demostrarles a las UPA! girls lo capo que soy, para "desasnarlas" a nivel musical y para sentirme importante (?)). 
 
 Si bien no me considero un erudito sobre este tema, ni un rocker frustrado (o en parte sí porque no soy muy hábil con las manos) siento que soy un melómano, un adicto a la música que se pasa más de ocho horas al día escuchando una canción tras otra sin parar, un tipo que disfruta de grandes melodías e intenta comprender las letras y lo que realmente quisieron decir sos autores.

 Me acuerdo que de chico no tenía mucha plata como para comprar discos todo el tiempo así le pedía a mi amigo Luckas (mi gurú musical) que me armara compilados. En uno de esos cassettes TDK apareció "Some Girls are bigger than others", tema que me voló la cabeza. Por muchos años no supe que pertenecía a The Smiths ni en qué disco estaba, pero cuando lo averigué fue uno de los días más felices de mi vida. Estoy hablando "The Queen Is Dead", tercer álbum de esta banda oriunda de Manchester, uno de los grandes polos culturales del Reino Unido. 



 En 1986 cuando salió a la venta el disco (que por problemas con la discográfica se retrasó su salida hasta julio de ese año) los Smiths ya contaban algo de fama en el mundillo rocker y muchos críticos los consideraban como una de las bandas más importantes de su generación, pero los que pocos sabían es que las peleas internas eran cada vez más frecuentes y que faltaba muy poco para que la banda se disolviese por completo. Sin embargo, y a pesar de todos estos problemas, dejaron uno de los mejores discos de la historia, una obra perfecta de principio a fin. Con temas como "Bigmouth Strikes Again", "The Boy with the Thorn in His Side", "Some Girls Are Bigger Than Others" y “There Is a Light That Never Goes Out”, marcaron un antes y un después en la música británica. 

 Esta última canción es considerada por los periodistas especializados como la obra maestra de los Smiths (y una de mis top tres personal). Posee una letra siniestra, habla constantemente sobre la muerte, pero a su vez es exquisitamente romántica y esperanzadora. Con una melodía que te atrapa desde el comienzo, una vocalización perfectamente llevada por Morrissey y una composición de cuerdas por parte de Jhonny Marr que llega a niveles extraordinarios, la canción resume de forma magnífica toda su discografía.  





 A pesar del éxito obtenido con este disco, la relación entre Morrissey y Marr comenzó a deteriorarse. Unas semanas antes del lanzamiento de su último disco ("Strangeways, Here We Come" de 1987), Marr anunció que dejaba la banda. Poco meses después, Morrissey decidió terminar con los Smiths. Si bien el tiempo ya pasó y esto ya es historia, ellos dejaron algo que es mucho más importante que sus peleas, dejaron su música. 

 Ya a principios de los 80, el post-punk se extinguía y lo único que reinaba eran las ignotas agrupaciones que intentaban llenar el vacío musical a base de sintetizadores y bolas de sonidos que pocas veces se podían digerir. Ante este escenario falto de ideas aparece The Smiths para darle un nuevo aire a la música inglesa.  

 Dueños de un estilo que mezcló influencias sonoras tan disparas como el punk cuadrado o el romanticismo de Rita Pavone, lograron sumarle a esta impronta una justa combinación entre la virtuosa guitarra de Johnny Marr y la melancólica personalidad narcisista de Steven Patrick Morrisey, dejando así una mezcla de sonidos y de letras intimistas y sensibles, pocas veces vista (o escuchadas, en este caso). Aunque los Smiths no rompieron todo a nivel charts, con el transcurso de los años (y gracias a "The Queen Is Dead") se posicionaron como LA banda de culto para el universo indie.

 Por último, y como alguien escribió por ahí, The Smiths fueron una vuelta al look rocker de los 60/70, fueron las chicas de pelo revuelto y polleras escocesas, fueron los chicos con cara de modelos de perfume y su jopo rockabilly, pero por sobre todo, fueron la combinación perfecta de letras  desoladoras y comprometidas socialmente con sonidos rockeros que cambiaron la forma de hacer música en las islas británicas y en el resto del mundo.